El microblading es una técnica semipermanente que se realiza con profesionales tatuando tinta en la piel para imitar la apariencia de las cejas naturales. Es una técnica popular porque se puede hacer rápida y fácilmente, pero tiene algunos inconvenientes que deben tenerse en cuenta antes de probar este tratamiento.
En primer lugar, el microblading no dura para siempre. La tinta eventualmente se desvanecerá o desaparecerá con el tiempo, por lo que necesitará retoques cada pocos meses para que luzca lo mejor posible. Esto significa que tendrá que mantenerse al día con sus citas y tener suficiente dinero reservado para futuros tratamientos a fin de mantener sus nuevas cejas.
Además, esta técnica puede causar molestias y dolor durante el procedimiento. Algunas personas pueden experimentar hinchazón o enrojecimiento después de la microcuchilla, que puede durar desde un día hasta una semana. El proceso de curación también puede demorar entre dos semanas y tres meses, dependiendo de cuánto trauma haya causado el procedimiento en sí.
¿Quién puede beneficiarse de este tipo de trámite?
Este tipo de procedimiento generalmente se recomienda para personas mayores de 40 años. No se recomienda para mujeres embarazadas o personas que padecen ciertos tipos de problemas cardíacos.
El procedimiento puede ser beneficioso para cualquier persona que tenga un alto riesgo de desarrollar un problema cardiovascular, como presión arterial alta y diabetes. También se puede usar para prevenir la formación de coágulos en los vasos sanguíneos que pueden provocar un derrame cerebral o un ataque al corazón.